Un relato acerca de «Teorías sobre la plusvalía»

Amables lectorxs la realidad frenética y enfermiza de la sociedad actual parece resquebrajarse por momentos. Ocho de los diecisiete países de la zona euro están en recesión; la desafección por la política realmente existente de gran parte de la ciudadanía se traduce en elevados porcentajes de abstención o votos a formaciones exóticas cuando no directamente nazis; cada nueva elección se traduce en un descalabro para el gobernante. A nivel doméstico la cosa no anda mejor, todo lo contrario: después de los continuos y severos recortes aplicados la situación sigue siendo nefasta: altas primas por colocar deuda y bonos, un sistema financiero que hace aguas por los cuatro costados (véase Bankia) y ahoga el crédito y una recesión que ha venido para quedarse. Cosas del capitalismo.

Pues bien, en otras épocas, en otras circunstancias diferentes nuestros clásicos también se vieron inmersos en sociedades frenéticas que repercutieron en su producción teórica. Los casos de Marx, Gramsci, Rosa Luxemburg, Lenin y tantos otros que se vieron obligados a condicionar su reflexión teórica a las vaivenes de la práctica cotidiana e incluso el protagonismo en los acontecimientos históricos.

No es ninguna novedad -ya lo hemos dicho más veces en el blog- que algunas de las obras de Marx son el resultado de revisiones editoriales por otros autores que han compilado escritos, anotaciones, borradores de Marx que no tenían una forma definitiva, acabada. Como las últimas entradas han tratado sobre el «volumen IV de El Capital» y «Las Teorías sobre la plusvalía» nos viene -como se dice coloquialmente- como anillo al dedo el siguiente texto que hemos encontrado. Publicado como nota editorial sobre OME 45-48 y autoría de Manuel Sacristán para la presentación del volumen dedicado a «Las Teorías sobre la plusvalía» traducido por Javier Pérez Royo trata sobre la gestación y devenir de Teorías…El texto que exponemos a continuación se encuentra en el libro publicado por «El Viejo Topo» y titulado Escritos sobre El Capital (y textos afines) de Manuel Sacristán Luzón y editado por Salvador López Arnal (libro más que recomendable).

Esperamos que os resulte provechosa la lectura.

Saludos. A. Olivé

 

NOTA EDITORIAL SOBRE OME 45-48 (TEORIAS SOBRE LA PLUSVALIA)

Manuel Sacristán Luzón

 

Este texto no fechado, pero que data probablemente de 1977 o de finales de 1976, fue escrito por Sacristán para presentar la traducción castellana -de Javier Pérez Royo- de Teorías sobre la plusvalía. Figura en OME 45, págs. IX-XIX.

En «Marx, Karl» (Enciclopedia Larousse, pp. 6271-6272), Sacristán se refería a este concepto central en la obra de Marx en los términos siguientes:

“(…) Concepto básico y nuevo, al menos en su sistemático aprovechamiento, de las obras de la época de El Capital y de éste mismo es el de plusvalía. Con ese concepto propone Marx dar una explicación de la obtención de valor por parte del propietario del dinero como resultado de la circulación de éste. La ganancia de valor se explica porque el capitalista puede comprar y compra de hecho la única mercancía que produce valor con su consumo, la fuerza de trabajo. En las obras que, como señaladamente El Capital, son características de la madurez de Marx, se aprecia una recuperación de conceptos hegelianos. El propio Marx ha comentado el hecho, explicándolo simultáneamente en dos sentidos, como mero “coqueteo” intelectual con el lenguaje filosófico de Hegel, por reacción contra la vulgaridad antihegeliana de la cultura izquierdista alemana de los años 50 y 60; y como reconocimiento de que “la mixtificación [idealista] que sufre la dialéctica en manos de Hegel no anula en modo alguno el hecho de que él ha sido el primero en exponer de un modo amplio y consciente las formas generales de movimiento de aquélla.  La dialéctica se encuentra invertida en el pensamiento de Hegel. Hay que enderezarla para descubrir el núcleo racional dentro de la cáscara mística” (Prólogo a la 2ª edición del vol. I de El Capital).

 

I

 EL MANUSCRITO DE 1861-1863

Las Teorías sobre la plusvalía no son una obra publicada por su autor; sino parte de un manuscrito redactado entre agosto de 1861 y julio de 1863 y entonces abandonado para emprender una nueva redacción de todo el material. Hay razones para entender el texto de las Teorías… como borrador de una obra más o menos completa en sí misma y parte a su vez de un conjunto científico más amplio, o sea, corno «libro IV» de El Capital. Pero esas razones no tienen peso suficiente para excluir toda otra colocación de estas páginas en la obra de Karl Marx. De acuerdo con las características de OME, en esta nota editorial se ofrece información sobre el asunto, sin proponer ni esa ni otra comprensión del texto.

DESCRIPCIÓN DEL MANUSCRITO

La primera descripción de este manuscrito es la dada por Engels en su prólogo al libro II El Capital (OME 42). Los trabajos, hoy en curso, de edición del manuscrito (Nueva MEGA, Sección II, vol. 3) permiten corregir algunas suposiciones equivocadas de Engels y dan una visión completa de las casi 1.500 páginas de que consta.

El manuscrito de 1861-1863 se compone de 23 cuadernos hechos por Marx plegando folios y cosiéndolos (la costura no se ha conservado). Los cuadernos son de tamaño y grosor desiguales, están numerados con cifras romanas y, en la fase final de redacción, Marx ha numerado correlativamente todas las páginas con cifras arábigas hasta un total de 1472. Los cinco primeros cuadernos se ocupan de los temas siguientes, relativos al proceso de producción del capital: 1º, conversión del dinero en capital; 2º, la plusvalía absoluta; 3º, la plusvalía relativa.

De los cuadernos VI-XV, que hacen aproximadamente la mitad del manuscrito, se suele decir que contienen las Teorías sobre la plusvalía. Ese es un modo de decir que tiene su justificación, pero siempre que se advierta que Marx no se limita en esos cuadernos a exponer las teorías de sus predecesores sobre la plusvalía, sino que estudia histórico-doctrinalmente también otros varios problemas y, por otra parte, emprende análisis teóricos de importancia para su propio pensamiento económico-político.

Los cuadernos siguientes, hasta el XXIII, son menos homogéneos temáticamente. En gran parte contienen estudios complementarios de los cuadernos I-V, y también, aunque menos, de las Teoría… Pero su marco general es el de todos los temas de los futuros tres libros de El Capital. Así el cuaderno XVI contiene un proyecto de lo que luego sería el libro III de El Capital. El XVII continúa la investigación sobre el capital del comerciante que estaba empezada en el XV y, en lo demás, trata temas del futuro libro II de El Capital (proceso de circulación). El XVIII vuelve al tema de las Teorías sobre la plusvalía. Este cuaderno tiene un interés particular porque en él escribió Marx unos planes o índices de materias que dan ya en todo lo esencial la organización de los futuros libros I y III de El Capital. Este lugar, de mucha importancia para la historia de El Capital se reproduce en la nota editorial sobre OME 40-44 (OME 40, pág. XXV).

Los cuadernos XIX y XX vuelven al tema del cuaderno V, la plusvalía relativa. Y los cuadernos XXI-XXII son cuadernos de extractos de lecturas, en muchos casos seleccionados para citar. También contienen investigaciones sobre temas del futuro libro I de El Capital, por ejemplo, la acumulación.

GENESIS DEL MANUSCRITO DE 1861-1863

Llama la atención que este manuscrito de Marx, que empieza muy sistemáticamente, acabe por ser uno de los menos maduros desde el punto de vista editorial (no en cuanto al contenido). En efecto, el manuscrito empieza como continuación directa de la publicación de 1859, la Contribución a la crítica de la economía política (OME 23). En aquel «Cuaderno primero» o primera entrega, de su obra económica, Marx había acabado por no dar más que los dos primeros capítulos de los tres que había previsto, a saber, el capítulo sobre «la mercancía» y el capítulo sobre «el dinero». El tercer capítulo, «el capital en general” quedó fuera de la publicación. Pues bien, el manuscrito de 1861 – 1863 recoge el hilo precisamente ahí, es el «tercer capítulo», el capítulo sobre «el capital en general».

Marx había empezado a escribir su prevista segunda entrega ya en 1859, apenas publicada la Contribución … Pero en seguida se produjo una de las frecuentes interrupciones de su trabajo científico, y quizá la más lamentable de todas, porque no se debió a dificultades insuperables (de salud o de dinero, como otras veces), sino a la dudosa necesidad de refutar y desenmascarar al «agente bonapartista» Karl Vogt. Esta tarea tan poco interesante para la posteridad interrumpió durante más de un año el trabajo científico de Marx. Por fin, en el mes de junio o en el de julio de 1861, en el curso de sus últimos trabajos preparatorios para reanudar la redacción, Marx compuso un esquema detallado, de acuerdo con el cual empezó a escribir.

Los materiales preparatorios reunidos por Marx durante el verano de 1861 y utilizados en la redacción, que empezó en agosto, son principalmente sus viejos cuadernos de la época de los Manuscritos económico-filosófico (2) (1844), cuadernos de extractos de los años cincuenta y sesenta, el manuscrito de 1857-1858 (Grundrisse, OME 21-22) y un cuaderno especial de extractos de segundo grado, por así decirlo (o sea, de textos para citar seleccionados de entre los ya recogidos en sus numerosos cuadernos), al que el mismo Marx llamó «Cuaderno de citas» y a través del cual tuvo presentes en su trabajo docenas de cuadernos de extractos. Los editores de la Nueva MEGA subrayan lo sobado que está ese cuaderno y comprueban que Marx ha utilizado en el manuscrito todas las citas que contenía. Eran principalmente extractos de lecturas hechas en la década de 1850 (durante la cual Marx llenó 24 cuadernos de extractos), todas referentes al «capital en general» y principalmente al «proceso de producción del capital».

Llama la atención que Marx sintiera la necesidad de reunir materiales de la misma época en que había redactado el manuscrito de 1857-1858, o sea, los Grundrisse  y la Contribución a la crítica de la economía política. Por fuerza hay que relacionar esa circunstancia o en el hecho de que Marx transcribe muy poco de los dos borradores precedentes de su obra económica: el borrador de la Contribución escrito en agosto, octubre y noviembre de 1858, y los Grundrisse, escritos entre mediados de octubre de 1857 y finales de mayo de 1858. E1 primero de esos borradores, además, tenía ya el comienzo del «capítulo tercero», el capítulo sobre «el capital en general», que es precisamente el comienzo del Manuscrito de 1861-1863: «La conversión del dinero en capital».

No se trata de que el borrador de 1857-1858 no esté presente en el manuscrito de 1861-1863. No está casi nunca recogido literalmente, salvo en temas muy delimitados –como, por ejemplo, la llamada» acumulación originaria”-, pero sí lo está en cuanto a su contenido, sobre todo por lo que hace a los cuadernos I-V de este manuscrito: entre los trabajos preparatorios de 1861 hay que contar la composición de un «Informe sobre mis propios cuadernos» que es un catálogo de los cuadernos de los Grundrisse; por otra parte, en la redacción del nuevo manuscrito Marx utilizó bastante el que él llamaba «el cuaderno gordo» que es el cuaderno VI1 (y último) del manuscrito de los Grundrisse. Este cuaderno está escrito en tres etapas: la primera es el final de los Grundrisse (63 págs., 1858); la segunda es de extractos de lectura (págs.63a-192, 1859-verano de 1861); la tercera, también de extractos, es coetánea de nuestro manuscrito (págs. 183-277,1862). Los extractos del «Cuaderno gordo» están muy utilizados en el manuscrito, como los del «Cuaderno de citas». Los editores de la Nueva MEGA han comprobado que Marx ha compuesto el «Cuaderno de citas» en su casa, sobre la base, como queda dicho, de sus, cuadernos de los años cincuenta; y la parte de extractos del «Cuaderno gordo» en el British Museum, con lecturas nuevas.

Probablemente el último trabajo preparatorio, en julio o tal vez ya en agosto de 1861, sea el «Boceto de esquema (“Planentwurf») del «Capítulo III». Está en un cuaderno aparte no incluido entre los 23. El esquema prevé para la primera división la distribución en «cinco puntos» que es la tenida en cuenta en nuestro manuscrito:

 

División primera: El proceso de producción del capital.

Punto 1º: La conversión del dinero en capital.

Punto 2º: La plusvalía absoluta.

Purito 3º: La plusvalía relativa.

Purito 4º: La plusvalía absoluta y relativa.

Punto 5º: Teorías sobre la plusvalía.

División segunda: El proceso de circulación del capital.

División tercera: Capital y beneficio.

En agosto de 1861 empezó Marx a redactar, de acuerdo con ese esquema, lo que entonces llamaba «la segunda parte» o la segunda entrega de su obra económica, la continuación de los dos primeros capítulos publicados en 1859, la Contribución a la crítica de la economía política.

LA REDACCIÓN EL MANUSCRITO DE 1861-1863

La edición del Manuscrito en la Nueva MEGA hace posible reconstruir la composición del texto con más seguridad que hasta ahora y corrigiendo algunas creencias erróneas de Kautsky y de Engels.

El Manuscrito está redactado en tres fases. En la primera fase, que empieza en agosto de 1861, inmediatamente después de fijar Marx su esquema de aquel verano, están escritos los cuadernos I-V. Enlazan directamente con la Contribución a la crítica de la economía política y desarrollan el comienzo de la segunda entrega, «Del capital en general». Su primera división o sección -«El proceso de producción del capital”- empieza con el punto 1º, «La conversión del dinero en capital»; ese punto ocupa los cuadernos I y II y se concluyen septiembre de 1861. En el cuaderno III empezó entonces Marx el desarrollo del punto 2º, «La Plusvalía absoluta» y en las últimas páginas de ese mismo cuaderno empezó el punto 3º, «La plusvalía relativa», que se extiende aún por los cuadernos IV y V. Hasta ese punto la redacción  fue bastante seguida, aunque muy accidentada por problemas familiares, de salud y económicos. (Esta es una época de mucha penuria de los Marx, y estuvieron seriamente enfermas Jenny madre y Jenny hija.)

Según el esquema del verano, había que pasar luego a un punto 4º, que trataría principalmente ambas plusvalías contempladas desde un punto de vista totalizador: Pero, en vez de esto, Marx interrumpe en marzo de 1862 la redacción de su propio pensamiento sobre la plusvalía relativa y, dejando en blanco las últimas páginas del cuaderno V, empieza en el VI el punto 5º de su esquema: las «Teorías sobre la plusvalía».

Con eso se abre la segunda fase de la redacción. Ésta empieza en marzo de 1862 (hasta ahora se había creído que en enero, pero los editores de la Nueva MEGA han aportado pruebas concluyentes en favor de la fecha más tardía), abarca los cuadernos VI-XV y tiene como único tenía explícito el «punto 5º” de la «primera sección» o división del «capítulo III».

Ya en el cuaderno V hay un primer retoque al esquema general del verano de 1861. Pero la inflexión que experimenta aquí el trabajo de Marx tiene probablemente un interés más general y profundo para la estimación de este texto, para la comprensión de su naturaleza de escrito que empieza casi como una copia en limpio para la imprenta y al cabo de unas páginas se convierte visiblemente en nuevo borrador de trabajo. En cinco cuadernos que suman muy poco más de 250 páginas (algunas docenas de las cuales, además, se quedan en blanco), Marx escribe totalmente los de los cinco puntos de su sección o división primera y un buen trozo del tercer punto. Entonces pasa a lo que según su plan sólo tenía que ser un punto más, el 5º, y más «de adorno» que los otros, ilustración de los puntos 2, 3 y 4: la historia de las teorías sobre la plusvalía. Pues bien, para ese «punto» va a escribir Marx diez cuadernos que suman más de 750 páginas, sin contar varias páginas de cuadernos posteriores (señaladamente del XVIII de este manuscrito). Le ocurre a Marx que el renovado estudio para completar histórico-doctrinalmente el tema de la plusvalía le conduce a desarrollar teoría propia en puntos que creía tener resueltos y ahora le resultan abiertos. Nada menos que tesis como la del beneficio medio y el precio de producción, las referentes a la renta de la tierra, las relativas a las crisis -por poner ejemplos importantes- cuajan más o menos definitivamente en la obra de Marx en la redacción de éste que tenía que ser un simple punto complementario dentro de una sección de un capítulo y que nos hemos acostumbrado a ver como una obra autónoma y voluminosa: las Teorías sobre la plusvalía. En el punto II de esta nota se atiende a ellas. La redacción de esta parte del manuscrito terminó en noviembre de 1862. (El cuaderno XV está fechado por Marx en octubre de aquel  año.)

La tercera fase de redacción del manuscrito abarca los cuadernos XVI-XXIII (más varias intercalaciones en cuadernos anteriores), se extiende de diciembre de 1862 a julio de 1863 y es menos homogénea temáticamente que las dos anteriores. Empieza esta fase con la redacción de un nuevo esquema para “el capítulo tercero”. Hay que observar que, de acuerdo con el plan del verano. Hay que observar que, de acuerdo con el plan del verano de 1861, «capítulo tercero» era «Del capital en general», mientras que «Capital y beneficio» eran la tercera sección o división de ese capítulo. De modo que, salvo que se trate de un descuido, a finales de 1862 Marx puede haber estado contemplando ya el antiguo capítulo sobre el capital en general como un libro de tres capítulos.

El esquema en cuestión se encuentra en el cuaderno XVI, al que Marx ha llamado inicialmente «Cuaderno último», sin numerarlo. Se puede recordar que el 28 del mismo mes de diciembre de 1862 Marx ha escrito la célebre carta a Kugelmann en la que por primera vez llama a su obra El Capital. en esta carta afirma Marx que “la segunda parte está lista, es decir, salvo ponerla a limpio y darle el último toque para la impresión”. (Esta carta se cita más extensamente en la nota editorial sobre El Capital, OME 40, pág. XXIV). Desde el rótulo «Cuaderno último» puesto en diciembre de 1862 al cuaderno al que nos referimos, hasta las seguridades dadas a Kugelmann  por los mismos días, muchas cosas obligan a pensar que Marx creía efectivamente poder empezar una versión definitiva “en limpio” en enero de 1863. La carta a Kugelmann muestra también que en esa fecha sigue viendo el manuscrito como “segunda parte” de la Contribución de 1859. Pero, en vez de proceder rápidamente a la esperada puesta en limpio, Marx empieza en enero mismo de 1863 un “Cuaderno último nº 2”, al que luego rotulará “Cuaderno XVII” tras completar las últimas páginas del XV. A continuación el XVIII que, bajo el rótulo de «Miscelánea» es un complemento de las Teorías … de los cuadernos VI-XV. El cuaderno XVIII es importante además porque contiene nuevos esquemas de «Proceso de producción del capital» y «Capital y beneficio», o sea, de los futuros libros I y III de El Capital. Después del cuaderno XVIII Marx pasa a completar el tratamiento de la plusvalía relativa en el cuaderno V y lo continúa en dos nuevos cuadernos, el XIX y el XX. Por último, los cuadernos XXI, XXII y XXIII contienen sobre todo extractos de lecturas (aunque en el XXI y el XXII hay también investigaciones de importancia); así parece anunciarse la renuncia de Marx a contemplar el manuscrito de 1861-1863 como borrador definitivo de la obra económica que tiene entre las manos desde 1844. Por lo demás, como ya se ha dicho, durante la redacción de este manuscrito han cristalizado las tesis sobre el beneficio medio y el precio de producción (entre otras). Peso esas tesis imponen el abandono de la división entre tratamiento de «El capital en general» y «La competencia entre los capitales», y, consiguientemente, el  abandono de la vieja articulación de la materia de la época de los Grundrisse y el paso definitivo a la organización de la misma en lo que será El Capital. Este cambio ha ocurrido entre diciembre de 1862 y enero de 1863, durante la redacción de los cuadernos XVI, XVII y XVIII, el último de los cuales pertenece al bloque de las Teorías sobre la plusvalía. Puede decirse, pues, que la tercera fase del manuscrito de 1861-1863 es al mismo tiempo el comienzo implícito del manuscrito siguiente, el de 1863-1 865 (en parte perdido), que es ya un manuscrito de El Capital en el más estricto sentido, o sea, no sólo por el contenido, sino también por la visión de la obra como independiente literariamente de todo lo anterior, nO como «entrega segunda» de nada.

INTERRUPCION DEL MANUSCRITO DE 1861-1863

Se podría tener La tentación de pensar que ha sido precisamente la redacción de las muchas páginas sobre las teorías de la plusvalía (cuadernos VI-XV y XVIII) lo que ha movido a Marx a abandonar el texto en el que trabajaba y a emprender otra de esas «puestas en limpio» que en sus manos acababan dando un nuevo y mejor borrador. Pero, si así ha sido, el proceso habrá discurrido inconscientemente. Marx sigue hablando de simples retrasos debidos a la agravación de su dolencia hepática y, luego, a una fase aguda de su larga forunculosis. Pero no habla de abandonar el manuscrito. Todavía en la primavera de 1863 escribe a Engels: Ahora que ya soy de nuevo relativamente capaz de trabajar, voy a quitarme este peso de encima y aponer en limpio para la imprenta la economía política (y darle el último pulimento). Si me fuera posible retirarme a la soledad, la cosa iría muy deprisa. At all events <en cualquier caso> llevaré yo mismo la cosa a Alemania. (MEW 30, 350.)

La misma perspectiva dibujan las cartas de Marx a Engels de 22 de junio y 6 de julio. Esta última (MEW 30, 362) transcribe en sustancia el esquema del proceso general de reproducción que Marx había escrito en marzo o junio en el cuaderno XXII de nuestro manuscrito. Eso sugiere que el 6 de julio Marx estaba todavía manejándolo. Pero ya al mes siguiente está escribiendo lo que llamamos manuscrito de 1863-1865. Por lo demás, trabaja poco y con muchas dificultades a causa de la forunculosis. Por  último, la muerte de su madre el 2 de diciembre de aquel año, el subsiguiente molesto viaje a Alemania COn la agravación de sus dolencias(es la época en que Marx tiene que dejar de fumar) y el dilatado paréntesis en su vida normal interrumpen definitivamente el trabajo en el manuscrito. (Tampoco se puede olvidar que el año siguiente es el de la fundación de la Internacional).

UTILIZACION DEL MANUSCRITO DE 1861 -1863 POR MARX MISMO

En el mismo año de 1863 empezó Marx a repasar nuestro manuscrito, acotando y señalando pasos de él para una nueva “versión en limpio”. Como queda apuntado, esa versión en limpio es un nuevo manuscrito, redactado entre 1963 y 1965, cuyo comienzo se ha perdido. Lo que se suele llamar «Capitulo sexto» (del libro I de El Capital) es resto del manuscrito de 1863-1865. Hay en él mucha reproducción literal del manuscrito de 1861-1863, e incluso algunas páginas del cuaderno XXI recortadas de éste y pegadas en la nueva «versión en limpio». A través de esta versión, que ha sido el último borrador de El Capital, han pasado literalmente al definitivo libro I muchos textos del manuscrito de 1861-1 863, pero no de los cuadernos VI-XV y XVIII del mismo, que son los que constituyen las Teorías…

 

II

TEORIAS SOBRE LA PLUSVALIA. LA REDACCION

El estudio de las teorías de los economistas sobre la plusvalía empieza como punto 5º del viejo plan de la división primera del capítulo 3º de la Crítica de la economía política, en el cuaderno VI del manuscrito de 1861-1863. Los editores de la Nueva MEGA han aprobado que la redacción empieza a mediados de marzo de 1862, y que el cuaderno VI está terminado cuando, el 30 de marzo, Marx sale de Londres para visitar a Engels en Manchester. En esta ciudad empieza el cuaderno VII, que continúa la discusión, abierta en el VI, de la idea de Adam Smith de que todo el producto anual de una economía se resuelve en rentas. De vuelta a Londres, Marx completa esa discusión y pasa a la de los conceptos de trabajo productivo y trabajo improductivo sostenidos por Smith y otros autores. Esta temática ocupa el final del cuaderno VII, el VIII y la mayor parte del IX, aunque en éste se le intercala el análisis de John Stuart Mill.

Sin terminar el cuaderno IX, Marx abre un cuaderno no numerado por el momento, en el que escribe la «Digresión. Tableau Economique suivant Quesnay» y los apuntes sobre Linguet y Bray. Luego, ya a finales de junio de 1862, termina el cuaderno IX. Pero a continuación pasa otra vez al cuaderno especial y escribe otra digresión, la referente a Rodbertus. (Los editores de la Nueva MEGA han encontrado la explicación de este nuevo salto: la necesidad de devolver a Lassalle el libro de Rodbertus.) Durante la redacción de esta nueva digresión, Marx decide incorporar este cuaderno de digresiones al manuscrito general: es el cuaderno X.

Los cuadernos XI y XII parecen escritos sin interrupciones importantes en julio y agosto de 1862. En cambio, la redacción del cuaderno XIII se interrumpe por el viaje al continente de aquel año. Marx termina el cuaderno a su vuelta a Londres, en septiembre. El XIV y XV están fechados por Marx mismo en octubre de 1862, y los editores de la Nueva MEGA han puesto en claro que Marx ha escrito en el cuaderno XV hasta noviembre de 1862. De todos modos, la fecha del verdadero final de las Teorías sobre la plusvalía es enero de 1863, cuando Marx escribe en parte del cuaderno XVIII los últimos complementos.

COMO VER EL TEXTO DE LAS TEORIAS SOBRE LA PLUSVALIA

La extensión de estos diez cuadernos, desproporcionada para el esquema del verano de 1861 que contemplaba el tema como punto 5º de una sección de un capítulo, produce extrañeza y probablemente autoriza a sospechar que ya durante la redacción de esas 750 páginas aquel esquema había caducado y cedía su lugar al de lo que luego sería El Capital (lo que implicaría el ver ya las Teorías… como «libro IV» de esa obra). Pero pruebas directas de esa sospecha no las hay. Al contrario: hay, por un lado, una explicación trivial de la desproporción: mientras escribe el cuaderno IX y el cuaderno especial que luego sería el X, Marx dice a Engels que está ampliando «este volumen porque los perros alemanes estiman el valor de los libros por unidades cúbicas» (181611862). Y en segundo lugar -y sobre todo- en enero de 1863, en el cuaderno XVIII, el nuevo plan «Proceso de producción del capital» sigue teniendo las «Teorías sobre la plusvalía» como un punto más (ahora el 8º) de esa sección (Este nuevo plan es ya prácticamente el del libro 1 de El Capital. Véaselo en la nota editorial sobre El Capital, OME 40, pág. xxv.)

En definitiva, la visión de las Teorías sobre la plusvalía  como libro IV de El Capital no está documentada en el manuscrito de 1861-1 863. En él las Teorías… se siguen entendiendo como un complemento histórico-doctrinal (importantísimo, como lo es siempre el estudio histórico para Marx) del estudio analítico del mecanismo de producción del capital, la plusvalía. No parece que la concepción de las Teorías … como libro IV de El Capital esté documentada antes de la carta de Marx a Engels del 31/7/1865. Y, puestos a ser dubitativos, se podría también poner en duda que esa carta, e incluso la célebre carta a Kugelmann del 13/10/1866 (reproducida en OME 40, págs. xxxi ) , que habla de un «Libro IV. Contribución a la historia de la teoría, se refieran a las «Teorías sobre la plusvalía» tal como nosotros las conocemos hoy (o sea, según el borrador de 1861-1863), y no a un estudio más sistemático de historia de las doctrinas económicas que Marx pensara emprender y para el cual los cuadernos VI-XV y XVIII del manuscrito de 1861- 1863 debieran suministrar sólo material (una vez más). La misma duda se puede sentir a propósito del locus clásico sobre este asunto, paso del libroI de El Capital, cap. 14 (OME 41, 1443), en el que Marx remite al «Cuarto libro de esta obra, que trata la historia de la teoría».

De todos modos, es un hecho que la tradición marxista, a partir de Engels, ha solido entender que el manuscrito de los cuadernos VI-XV y XVIII de 1861-1863 es el texto del libro IV  de El Capital mencionado por Marx en los lugares recién recordados. Que esa era la opinión de Engels queda clarísimo por una serie de documentos que bastará reseñar aquí cronológicamente: carta a Laura Lafargue (la hija de Marx) del 22/5/1883; cartas a Karl Kautsky del 16/2/1884 y 24/3/1884; carta a Eduard Bernstein de agosto de 1884; prólogo a su edición del libro II  de El Capital (5 de mayo de 1885); y carta a Stephan Bauer del 10/4/1 895.

Se puede repasar, además, todo el correo de Engels de finales de la década de 1880 y principios de la de 1890, que abunda en alusiones más o menos claras al problema editorial de las Teorías.

HISTORIA EDITORIAL DE LAS TEORIAS SOBRE LA PLUSVALIA

Engels murió sin haber podido realizar su deseo de publicar las Teorías sobre la plusvalía  según su concepto, como libro IV de El Capital. Karl Kautsky publicó por vez primera las Teorías… en tres volúmenes entre 1905 y 1910. Las hijas de Marx, Eleanor y Laura, le habían encargado la edición en1893, poco después de la muerte de Engels. Kautsky  no ve el manuscrito como libro IV de EL Capital, ni considera que su texto esté propiamente articulado; para él se trata de un escrito paralelo a El Capital, incompleto e inmaduro desde el punto de vista editorial. Las muchas páginas repetitivas, tentativas y corno de aprendizaje que contienen los cuadernos, así como sus digresiones (más propias de una reflexión para sí mismo que de una exposición) explican suficientemente esa lectura de Kautsky.

Éste tuvo aún durante unos años el manuscrito en su poder, después de editar las Teorías … y a principios de los años 20 lo entregó al archivo del Partido Socialdemócrata de Alemania. En 1923 el manuscrito fue fotocopiado íntegramente (entre otros escritos de Marx) por cuenta del Instituto Marx-Engels del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética.

Al llegar los nazis al poder en Alemania, en 1933, el Partido Socialdemnócrata evacuó su archivo a Dinamarca, confiándolo al partido social-demócrata de este país. Entre febrero de 1933 y febrero de 1934 los daneses inspeccionaron el depósito con el inventario a la vista, y echaron en falta varias piezas, entre otras el manuscrito de 1861-1863. El rocambolismo del incidente tuvo una resolución puramente crematística: en 1936 el Instituto de Marxismo-Leninismo del CC del PCUS pudo comprar a un particular el manuscrito íntegro de 1861-1863. Desde entonces ces se conserva en la biblioteca del Instituto, en la URSS.

La segunda edición de las Teorías … es la primera edición en lengua rusa, publicada por el IML del CC del PCUS, en tres partes, los años 1954, 1957 y 1961. En 1950 el IML había publicado unos «Principios de edición del manuscrito.

La tercera edición (segunda en la lengua original, el alemán) es la publicada en KARL MARX, FRIEDRICH ENGELS, Werke (MEW) por el IML del CC del Partido Socialista Unificado de Alemania (SED), vol. 26 (en tres partes: 26.1, 26.2, 26.3). Esta es la edición traducida en OME.

En el momento de preparar para la imprenta esta traducción castellana de las Teorías… no se dispone aún del texto completo del manuscrito de 1861-1 863, en curso de edición en la Nueva MEGA. El volumen II.3.1 de la Nueva MEGA, con el que empieza la publicación del manuscrito de 1861 – 1863, contiene sólo los cinco primeros cuaderno del manuscrito, los cuales, como se ha visto, no son texto de las Teorías…sino el comienzo de la Economía, los tres primeros temas del «Proceso de producción del capital»: la conversión del dinero en capital, la plusvalía absoluta y la plusvalía relativa.

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Una respuesta a Un relato acerca de «Teorías sobre la plusvalía»

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