¿Existe y, de ser así, puede marcarse de un modo científico el linde de influencia sobre las personas entre la superestructura cultural dominante y la propia responsabilidad individual?
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Los ideales y pensamientos de nuestra sociedad actual, en general, tienen su origen en décadas pasadas, son el legado del miedo, del conformismo ante las injusticias sociales. Cada uno de nosotros se ha formado y ha sido educado en esta sociedad decadente, reaccionaria y burguesa, en sus escuelas, en sus universidades, en su vida cotidiana, con su machismo, su individualismo, su mercantilismo, con el sobre-endeudamiento de nuestras familias, en esta falsa sociedad de la opulencia tal como hoy la conocemos.
Por eso, no podemos culparnos entre nosotros, no podemos mirar al compañero y compañera de al lado como nuestro enemigo, puesto que todos somos hijos de un mismo sistema, en el que los verdaderos enemigos son los poderosos, y sus lacayos corruptos. Somos el producto de un sistema corrupto e inmoral. De un sistema de dominación al servicio de la clase dominante…
Totalmente de acuerdo, sería fácil pelearnos con el poder si pudiéramos mirar al poder «frente a frete», pero el poder mismo nos hace como somos, las relaciones de poder de nuestro orden social están presentes en muchas de las instituciones que (pasando por neutras) nos forman y nos gobiernan. Así es como realmente nos dominan y es eso lo que hay que poner al descubierto.
Me parece especialmente oportuna esta breve cita que habéis puesto. De alguna forma ocupa un lugar de centralidad en el debate marxista, si bien lo desborda con creces. Si asumimos, como se ha dicho, que los «sujetos» no son precisamente dueños de sus acciones entonces deberemos admitir que tampoco la burguesía dominante o la clase política lo son de las suyas. Una serie de estructuras, unas objetivas y otras subjetivas mueven al hombre (independientemente de si es consciente o no) hacia un punto en la historia del que éste no es sujeto y que tampoco conoce. Con la aparente imposibilidad de «descubrir» (diría yo mas bien «de producir el conocimiento») unas leyes del desarrollo histórico aprenhensibles nos mantenemos en la misma trampa de la que no podemos ser conscientes. Parecería que de este supuesto encontraríamos ( a mi juicio) un poso que cuestiona la idea de progreso en la historia. Volviendo a Althusser, que retoma la idea de la «Darstellung» de Marx, podemos pensar en la historia de los hombres como la de una obra de teatro cuyos actores actúan sin conocer el guión, cuyos espectadores no saben lo que están viendo y, por último, que no tiene director.